Cuando practicamos cualquier actividad física, nuestro organismo trabaja más rápido y necesita agua para transportar el oxígeno, la energía y los nutrientes necesarios para nuestros órganos. Por tanto, si no hay una ingesta adecuada de agua y/o bebidas deportivas, estos mecanismos no funcionarán adecuadamente y podría repercutir en fallos de nuestros órganos. Por ejemplo, la deshidratación puede provocar fallos como la descoordinación motora, mareos, pérdidas de visión, puede aumentar la temperatura corporal, causar inflamaciones, náuseas y otras lesiones derivadas del empeoramiento de nuestras condiciones óptimas o normales para realizar cualquier deporte. Hidratación antes de la práctica deportiva Es esencial hidratarse correctamente para comenzar cualquier actividad física o competición. Para ello se recomienda a los deportistas consumir abundantes líquidos horas antes y que, al menos, ingieran 0’5 L de agua a pequeños sorbos una media hora antes de comenzar la actividad. Esta recomendación es fundamental en deportes de resistencia o de muy elevada intensidad donde se produce mucha sudoración. Hidratación durante la práctica deportiva En primer lugar, la hidratación debe adaptarse al tipo de actividad que se va a realizar. Así pues, las recomendaciones son las siguientes: En actividades de 1 hora o menosy de intensidad baja a moderadas, la hidratación óptima sería la ingesta de 150 – 200 ml de agua cada 15 – 20 minutos. Lo que correspondería a 0´5 – 0´7 litros/totales. En actividades de más de 1 hora de duracióny de una intensidad elevada o alta sería conveniente el uso de alguna bebida deportiva